Iniciativa Estudiantil y las cátedras de Semiótica I y II del Instituto Superior de Formación Docente Nº 122

invitan a la presentación de su ciclo “La escuela en el cine: el cine en la escuela” y a su primera proyección: Almafuerte (Argentina Sono Film, 1949), con Narciso Ibáñez Menta bajo la dirección de Luis César Amadori.
Especialista invitada: Gabriela Colombo.
Presentación del film a cargo de Martín Batalla.
Miércoles 7 de octubre a las 19.00. Escuela Normal “Joaquín V. González”.
Entrada libre y gratuita.
“La escuela en el cine: el cine en la escuela”
Ciclo retrospectivo de cine argentino
El proyecto “La escuela en le cine: el cine en la escuela” se propone explorar imágenes de infancia, de maestros y de instituciones escolares en la cinematografía argentina. Para ello, y de entre su considerable acervo fílmico, expone un breve recorrido por las construcciones que ofrecen las películas sonoras de las décadas del cuarenta al sesenta. El corpus acotado que aquí delimitamos –constituido por tres filmes temáticamente representativos: Almafuerte (Luis César Amadori, 1949), Shunko (Lautaro Murúa, 1960) y Crónica de un niño solo (Leonardo Favio, 1965)– ilustra esas concepciones para el cine clásico, como el quiebre paulatino que se anuncia en ese patrón tradicional hasta llegar a Favio.
El arco tendido entre las películas que se indican, describe además el itinerario que va del “niño acompañado” –ése que, “presa” de las instituciones estatales y moldeado por los adultos delegados que allí se desempeñan, toma el camino (cor)recto y con ello se vuelve útil a la República y servicial con su Patria–, a un fragilizado e inerme niño solo que –(re)(de)formándose en los internados– se tuerce irrevocablemente, es objeto de la violenta contención organizada, y se vuelve delincuente o es violado.
La proyección de estos tres filmes nos permitirá pasar de una infancia escolar “normal” y tranquilizadora, sensibleramente ejemplificada por la película de Argentina Sono Film que abre la serie, a la que Crónica de un niño solo –gestada en el marco de la renovación temática y formal de los sesenta–, nos propone en términos más inquietantes y fuera de toda “norma”. Como correlato necesario hacia la fractura impuesta por el filme de Favio, ubicamos la niñez indígena retratada por Murúa en Shunko, una obra que perfila necesariamente la mirada hacia las infancias otras, que Favio clausurará con la imagen del reformatorio represor y del niño delincuente.